LÍQUIDO CEFALORRAQUÍDEO

 ¿Qué es?

Es un líquido de aspecto claro, transparente que baña el encéfalo y la médula espinal, circulando por los ventrículos cerebrales y el canal medular.

Se forma en los plexos coroideos de los ventrículos laterales por ultrafiltración desde la sangre a través de la barrera hematoencefálica y por secreción activa.


Características

● Es claro como "agua cristal de roca"

● Presión:10-20 cm de agua

● Volúmen total:150 mL

● Volúmen Intra Ventricular: 20-30 mL

● Índice de producción: 0.35 mL/m o 500 cc/24 horas


Lugar de producción

● Plexos coroideos: 80-90%

● Zonas extra coroideas (parénquima-epéndimo): 10-20%


Lugar de reabsorción:

● Granulaciones aracnoideas

● Sistema linfático

● Plexos coroideos


Composición

● Menos de 4-5 leucocitos por mm cúbico

● Proteínas: 15-60 mg/100 mL

● Cloruros: 120-130 nmol/l

● Glucosa en LCR: 50-80 mg/100 mL


Función:


El líquido cefalorraquídeo es una sustancia esencial para proteger el cerebro y la médula espinal de golpes, mantener la presión interna estable, nutrir a las células del sistema nervioso central, transportar hormonas, desechar residuos y, en definitiva, garantizar que el “jefe del cuerpo” funcione adecuadamente.

Podemos establecer siete funciones principales que realiza el líquido cefalorraquídeo en su ciclo vital:

1. Nutrición del sistema nervioso central: se encarga de hacer llegar el oxígeno y los nutrientes a las células del cerebro y la médula espinal. Permite que el sistema nervioso central se alimente y respire.

2. Mantenimiento de la presión interna: es muy importante para mantener regulada la presión dentro del sistema nervioso central independientemente de los cambios que haya en el exterior. El cerebro y la médula sufren mucho si se producen cambios de presión.

3. Regulación de la homeostasis: garantiza que las concentraciones de los distintos elementos químicos dentro del cerebro y la médula espinal sean siempre estables, creando una especie de burbuja en la que no afecta la variabilidad de la cantidad de sustancias que hay fuera.

4. Eliminación de sustancias de desecho: se ocupa de recoger los desechos generados por las células después de que estas respiren y también todos aquellos posibles tóxicos que haya en el sistema nervioso central para trasladarlo fuera de las meninges y que sea eliminado del organismo..

5. Flotación del cerebro: el cerebro es un órgano que pesa algo más de 1 kilogramo, y para que esté constantemente lubricado y que no sufra golpes necesita del líquido cefalorraquídeo. Esta sustancia consigue que el cerebro esté constantemente “flotando” en la misma posición.

6. Acción del sistema inmunitario: protege de infecciones, ataques de bacterias, virus, hongos y parásitos al cerebro gracias a las células inmunitarias que contiene.

7. Transporte de hormonas: se encarga de hacer llegar a todo el sistema nervioso central las hormonas que necesita para que el cerebro y la médula espinal maduren y se mantengan en buen estado de salud.

Síntomas

Si tiene síntomas de una infección en el cerebro o la médula espinal o de un trastorno autoinmunitario como la esclerosis múltiple.

Algunos de los síntomas de una infección en el cerebro o la médula espinal son:

  • Fiebre
  • Dolor de cabeza intenso
  • Convulsiones
  • Rigidez en el cuello
  • Náuseas y vómitos
  • Sensibilidad a la luz
  • Visión doble
  • Cambios en el comportamiento
  • Confusión

Algunos de los síntomas de la esclerosis múltiple son:
  • Visión borrosa o doble
  • Hormigueo en los brazos, las piernas o la cara
  • Espasmos musculares
  • Debilidad muscular
  • Mareos
  • Problemas para controlar la vejiga
Algunos de los síntomas del síndrome de Guillain-Barré son debilidad y hormigueo en las piernas, los brazos y la parte superior del cuerpo. También podría necesitar una prueba del líquido cefalorraquídeo si ha tenido una lesión en el cerebro o la médula espinal o le han diagnosticado un cáncer que se ha diseminado al cerebro o a la médula espinal.

Tratamiento
Parche de sangre epidural. Este tratamiento implica tomar una muestra de tu propia sangre y luego inyectarla en el canal raquídeo. Las células sanguíneas forman un coágulo, que crea un parche para cubrir la zona por donde se está perdiendo líquido cefalorraquídeo.

Sellante. Se puede usar un sellante especial, solo o mezclado con tu sangre, con la misma técnica descrita arriba para cubrir el orificio y detener la filtración de líquido cefalorraquídeo.

Cirugía. Algunas pérdidas de líquido cefalorraquídeo necesitan cirugía, aunque la cirugía solo se realiza si las otras opciones de tratamiento no funcionan y si se conoce el lugar preciso de la pérdida. Existen muchos tipos de tratamientos quirúrgicos que reparan pérdidas de líquido cefalorraquídeo. La cirugía puede implicar reparar la pérdida de líquido cefalorraquídeo con puntos de sutura o injertos hechos con parches de músculo o grasa.

Embolización trasvenosa. Este es un nuevo tratamiento mínimamente invasivo, con catéter, solo para las fístulas que conectan las venas con el líquido cefalorraquídeo que implica pegar la fístula para cerrarla desde el interior de la vena en cuestión.

Pruebas de laboratorio
● LCR, análisis del LCR, análisis del líquido espinal
● Hemocultivo para la detección e identificación de bacterias en sangre
● Cultivos o pruebas moleculares para detectar la fuente de infección causante de meningitis o encefalitis
● Glucosa, proteínas totales en sangre para compararlas con la concentración de glucosa y proteínas en LCR
●Hemograma, para evaluar el número total de células de la sangre
●Análisis de sangre (pruebas serológicas) para detectar anticuerpos que se producen contra una variedad de patógenos, como por ejemplo anticuerpos frente al virus del Nilo Occidental y otros arbovirus.
●Anticuerpos frente a diversos virus como el virus del Nilo Occidental
●Proteína C reactiva (PCR) como indicador de inflamación. Si no se dispone de esta prueba se puede realizar una velocidad de sedimentación globular (VSG).
● Otras pruebas que evalúan el equilibrio electrolítico y la función de los órganos, como un perfil electrolítico.

Trastornos

Hidrocefalia (obstrucción del LCR).

La acumulación excesiva de líquido cefalorraquídeo en el cerebro que ocasiona una presión perjudicial para la masa cerebral se denomina hidrocefalia. Clínicamente, manifiesta cefalea, náuseas, vómitos, visión borrosa o doble, somnolencia, irritabilidad, deterioro cognitivo, perdida de la coordinación, trastornos de la marcha e incontinencia urinaria.

La hidrocefalia puede ser congénita (de nacimiento) o adquirida a cualquier edad. Estas últimas se dan más en adultos y a partir de los 60 años y sus causas más frecuentes son:

●Patología tumoral (gliomas, meningiomas, etc.)

● Abscesos cerebrales.

● Traumatismos craneales.

● Hematomas intracraneales.

● Procesos inflamatorios e infecciones meníngea

● Reabsorción disminuida del LCR, donde no retira el exceso de LCR (en trombosis venosas o alteraciones de las meninges, membranas que recubren el cerebro y la medula espinal).

● Aumento de Producción de LCR (en las meningitis).

● El edema cerebral (acumulación de líquido en el cerebro por traumatismos o por accidente cerebro-vascular).

● La hipoxemia (disminución de la presión de oxígeno en la sangre).


Toma de muestra

El LCR se recolecta rutinariamente por punción lumbar entre la tercera y cuarta vértebra lumbar, o entre cuarta y quinta vértebra lumbar, con el paciente sentado o acostado, corresponde a un procedimiento estrictamente médico, previa evaluación clínica para descartar hiper-tensión endocraneana. Se utiliza una técnica aséptica que prevenga la introducción de infección y daño al tejido neural.

Se recomienda recolectarlo (aproximadamente 20 mL) en cuatro tubos estériles, provistos de tapas herméticas, el primero de los cuales es para exámenes químicos y serológicos, el segundo y el tercero para pruebas microbiológicas y estudios moleculares para agentes infecciosos y el cuarto para recuento de células sanguíneas (en caso necesario agregar un quinto tubo para búsqueda de células malignas). Ideal-mente los tubos deben ser de plástico (polipropileno) para evitar adherencias de las células de la muestra al vidrio del tubo.


Identificación

A. Examen macroscópico

Aspecto

El aspecto normal del LCR es claro y cristalino. Esta apariencia puede variar, dependiendo de algunas patologías, proporcionando valiosa información sobre la significancia clínica, por ejemplo, un líquido turbio o de aspecto lechoso, puede indicar un incremento del contenido proteico o lipídico, pero también ser indicativo de infección por la presencia de glóbulos blancos. Un líquido sanguinolento puede ser indicativo de hemorragia o de punción traumática.

Un líquido xantocrómico, término utilizado para describir el LCR con un sobrenadante rosado, anaran-jado o de color amarillo, es indicativo de la presencia de productos de la degradación de glóbulos rojos, dependiendo de la cantidad de éstos presentes en el LCR y el tiempo que han permanecido en él. El color amarillo da cuenta de una pequeña cantidad de oxihemoglobina; el anaranjado es producto de una intensa hemólisis y el amarillo, producto de la conversión de la oxihemoglobina a bilirrubina no conjugada. Otras causas de xantocromía pueden ser debido a elevados niveles séricos de bilirrubina, carotenos, incremento de concentración proteica y melatonina (metástasis cerebral de melanoma).

Dependiendo de su aspecto, el LCR se puede informar como: Normal, con xantocromía, hemolizado o con turbidez.

B. Examen Microscópico

El LCR normal no contiene glóbulos rojos. Si están presentes puede ser producto de una punción trau-mática, además el número de glóbulos rojos va disminuyendo desde el primer a tercer tubo colectado. En el caso de hallazgo de glóbulos rojos fantasmas, corresponde a un cuadro vascular anterior.

El estudio microscópico del líquido cefalorraquídeo debe ser analizado, a petición del clínico, para la búsqueda cualitativa o cuantitativa de células hematológicas o células malignas. La primera determinación a realizar es el recuento celular, así el laboratorio determinará cuantos leucocitos se encuentran por unidad de volumen (mm3 o μL).

El recuento de leucocitos en el LCR es muy bajo, de hecho su análisis se puede realizar enforma manual o en equipo automatizado validado para líquidos biológicos. Un aumento de leucocitos puede ocurrir en infecciones (virales, bacterianas, micóticas y parasitarias), alergias, leucemia, esclerosis múltiple, hemorragia, traumatismo, encefalitis, y en síndrome de Guillain-Barré.


C. Exámenes químicos

Proteínas

La prueba más frecuente efectuada al LCR es la determinación de proteínas. El contenido proteico nor-mal del LCR en adultos es de alrededor de 15 a 40 mg/dL, siendo un poco superior en niños y ancianos.

La principales proteínas presente en el LCR son la albúmina, con alrededor de 15,5 mg/dL, prealbúmina 1,7 mg/dL, transferrina 1,4 mg/dL, inmunoglobulina G 1,2 mg/dL, inmunoglobulina A 0,13 mg/dL y ceruloplasmina 0,1 mg/dL.

Un incremento del contenido proteico del LCR es indicativo de un daño de la
barrera hematoencefálica, provocada por meningitis, hemorragias y diversos desórdenes neurológicos, dentro de losmás importantes.

Los métodos rutinarios más frecuentes para cuantificar el contenido proteico del LCR son los métodos turbidimétricos y nefelométricos mediante sueros específicos en equipos automatizados, además son los más recomendables por su buena precisión, utilización de escasa cantidad de muestra y manejo de un adecuado control de calidad interno. También podrían usarse otras metodologías como cuantificación de proteínas, por el método de precipitación de ácido sulfosalicílico o tricloroacético (TCA). Este último es más recomendado por precipitar tanto albúmina como globulinas. La calibración debe prepararse en base a patrones con una mezcla de albúmina y globulinas.

Otros métodos disponibles para cuantificar proteínas en LCR son el método con tinción de azul brillante de Coomassie G250 y los disponibles para analizadores químicos con bajos niveles proteicos como el método cloruro de bencetonio.

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